miércoles, 1 de septiembre de 2010

Entrada 2 Erasmus. Aeropuerto de Helsinki

Volví a starbucks, hice la pregunta y la contestación fue: yes, but only with notes. Mi cara de poker debió ser delatadora y la chica aclaró: papers, bills.. a lo que ya pude contestar, okey, okey. A mala hora.. porque pedí el white caffé mocca, que el más pequeño valía 6 € y la tia va y me devuelve en coronas!! Pues nada, ya tenia 4 euros en coronas para gastar antes de irme.

El tiempo pasaba bastante despacio, y me puse a leer Esquire hasta que a falta de una hora me encaminé a buscar la puerta de embarque con destino a Helsinki: B16. Por el camino encontré una maquina de bebidas donde gasté 3 de mis 4 € en coronas danesas en un redbull para aguantar esta noche como lo estoy haciendo. Es importante aguantar y con el redbull voy como un tiro ahora mismo.

El euro sobrante, que son 6 coronas danesas me lo he quedado de recuerdo… que remedio, nada vale un euro en un aeropuerto, y menos de los países nórdicos. Lo mínimo son 10 coronas.

Último vuelo del día: Copenaghe – Helsinki. Cansado, bastante cansado. Nervios de Nuevo. Otra vez despegar y luego aterrizar.

Durante el vuelo, lectura del librito de conversación en inglés (se acercaba el momento, esas cosas se notan), un poco de ipod y una cabezadita. Todo es necesario. A falta de 30 minutos para llegar siento muchisimas ganas de que acabe ya, de llegar y no deja de venirme a la cabeza la maleta, que a saber donde andaba.

Llegada a Helsinki a la hora prevista, una hora menos en España. Me sorprende de manera inusitada encontrar mi maleta en la cinta transportadora viniendo hacia mi. Por fin estoy en tierra firme y con maletas. Casi increíble.

Siento una satisfacción inmensa, algo indescriptible.

Salgo y veo a Andrés, que me estaba esperando como habíamos acordado… Es como un gran respiro de aire fresco tras un día tan agotador.

La noche aquí, en el aeropuerto va transcurriendo mas o menos rápido. Con Internet gratuito y tal, que es todo un lujo, la cosa va bien. Andrés ahora mismo duerme, y yo cuido las maletas y mientras os pongo al día a ritmo de redbull y con the sunday drivers a los cascos. (aunque se hayan separado, siempre estarán ahí)

Queda poco tiempo para comenzar un día que marcará el antes y el después. Estoy con ganas, es la actitud. Por ahora todo funciona a la perfección.

Me despido, con ilusión y felicidad, mucha felicidad. Una vez mas, gracias por todo a mis padres porque sin ellos, nada de esto. ¡Os quiero mogollón!

1 comentario:

  1. si me monto un negocio de red-bulls ayí mismo?? estoy viendo un negocio claro... ;)

    ResponderEliminar